El mundo ya cambió. Lo que parecía ser una película de ciencia ficción ya es una realidad gracias al fuerte impulso de la tecnología. La crisis del COVID-19 agudizó la transformación digital, afectando de manera directa en la industria financiera.
El futuro de la Banca Tradicional
La pandemia del coronavirus ha impulsado una transformación en nuestro ecosistema financiero. Según el World Retail Banking Report, el 48% de las empresas bancarias a nivel mundial ya han tomado la decisión de mejorar sus capacidades de innovación digital, y se espera que más de la mitad de sus clientes usen soluciones bancarias digitales en materia de pagos, tarjetas y cuentas bancarias minoristas en los próximos tres años.
Por eso, la banca tradicional, tal y como la conocemos, tendrá la misión de adaptar sus canales virtuales para garantizar estos procesos.
Algunas de estas soluciones son el on-boarding digital, que facilitará el alta de cuentas o de productos bancarios de manera 100% digital y remota, la adopción de tecnologías como la tokenización, la verificación biométrica y las notificaciones push, entre otras más.
Billeteras Digitales
No se puede salir de casa sin la billetera. Este tradicional objeto ha sido por excelencia algo esencial en la vida de las personas. Sin embargo, el teléfono celular ha tomado el protagonismo en las últimas décadas, especialmente en las nuevas generaciones.
Según el estudio Mobile Regional Insights, de elabora la Mobile Marketing Association en Argentina hay 39,9 millones de usuarios únicos de teléfonos celulares, siendo la nación latinoamericana en donde más teléfonos inteligentes hay por habitante.
¿Qué podría pasar en 10 años más con una generación totalmente digital?
No parece extraño que, cada vez sea más sencillo que en lugar de llevar siempre con nosotros una billetera física con dinero o una tarjeta de plástico, podamos pagar con nuestro dispositivo móvil.
Se prevé que para el 2024, cerca del 50% de la población mundial estará usando billeteras digitales, según reportes de la consultora Juniper Research.
Inteligencia Artificial
Los asistentes virtuales están cada vez más presentes dentro de las compañías. Esta, es la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas y sistemas informáticos que pueden ser muy beneficiosas a la hora de automatizar procesos, aumentar el rendimiento y mejorar la productividad de una empresa, entidad u organización.
A pesar de que existe el miedo de que los algoritmos podrían llegar a reemplazar a las personas, estos funcionan como un soporte, siendo capaces de optimizar la información, detectar problemas con rapidez y mejorar la experiencia del usuario.
Un ejemplo de esto son los chatbots que en 2019 registraron un crecimiento de casi un 30%, y durante la crisis del coronavirus aseguran haber observado un incremento del 90%, según la empresa de asistencia virtual Zendesk.
La banca no quedará ajena a esta realidad, tecnologías como el voice banking, que a través del lenguaje natural permite realizar transacciones y distintas operaciones, como transferencias, pagos o incluso consultar el saldo de la cuenta bancaria desde un dispositivo, ya son una realidad.
Sin embargo, más allá de las implementaciones que se puedan hacer a nivel tecnológico en todos los aspectos, el conocer las preferencias y necesidades de los distintos usuarios es crucial para optimizar experiencias de uso, eficiencia operacional y agilidad.